Galletas de mantequilla: un plan con niños

Fuera hace frío, miras por la ventana y parece Mordor. Ya no sabes qué hacer con los niños. Habéis jugado a mil juegos, leído cientos de libros y las pantallas no son una gran opción. ¿Una idea? ¡Preparad galletas! Además de ser una bonita actividad para realizar juntos, el resultado es no solo comestible sino también delicioso. Y es apto incluso para niños bastante pequeños.

Los ingredientes son tan sencillos que es muy probable que los tengas en casa, así que es un plan fácil de improvisar. Necesitas:

  • 250 gramos de mantequilla
  • 250 gramos de azúcar
  • 2 huevos
  • 500 gramos de harina
  • medio sobre de levadura química
  • granillos de colores, de cholate, lápices de repostería, lo que se os ocurra para decorar. En Lidl tienen buena selección y a muy buenos precios.

Para preparar la masa tienes que haber dejado la mantequilla fuera de la nevera un rato antes, para que esté en textura pomada. Este proceso no puede agilizarse con calor, como un microondas, porque entonces se licúa la mantequilla y la masa no coge la textura adecuada.

Si tienes un robot de cocina, pon en el mismo la mantequilla, el azucar y los huevos y bate a velocidad media-alta. Una vez todo esté homogeneo añade la harina y la levadura y sigue amasando hasta que tenga una textura no pegajosa y bastante densa.

Si no tienes robot de cocina, en un bol grande deshace la mantequilla, añade el azucar y los huevos y ve batiendo hasta que se quede homogéneo. Luego ve añadiendo la harina junto con la levadura, hasta que llegue un momento que tendrás que amasar con las manos. hasta que tenga esa textura no pegajosa y densa.

Lo siguiente es dejar reposar la masa para que coja mas consistencia. Así que haz una bola alargada con la masa y envuélvela en plástico de cocina y dejalá en el frigorífico por unos 30 minutos.

Esta parte la puedes hacer con los niños si ya son un poco mayores  o tenerla preparada y traer a los niños cuando ya esté lista la masa (los pequeños suelen cansarse antes).

Después de los 30 minutos, sacar la masa de la nevera, y partir en porciones para que cada niño la pueda manipular. En una mesa donde hayamos emparcido un poco de harina, ponemos a los niños con un cierto espacio para cada uno y les ponemos a amasar y a estirar la masa con rodillos. Consejo: tener varios rodillos porque tienden a pelearse por ellos 🙂

Una vez la masa está estirada, entre 3-5 milimetros está bien (tampoco son Campurrianas), ya se pueden usar los cortapastas o moldes para darles forma. Los hay de multitud de estilos: formas básicas, de plástico para los más pequeños, navideño, de Halloween, de dinosaurios, de numeros , etc. La idea es hacerlo más atractivo a l@s niñ@s.

Preparar las bandejas de horno con papel sulfurizado para que los niños según van haciendo las formas las vayan poniendo en las bandejas. La decoración, con los granillos, chocolate, lápices de colores, etc se puede hacer directamente en la bandeja y así se pierde menos en el traspaso.

Las galletas se hornean a 170 grados por unos 5-6 minutos. Tened cuidado de poner en cada bandeja las galletas de similar grosor, porque si se mezclan unas se pueden quemar y otras quedar crudas.

Se sacan y a los pocos minutos se pueden comer. ¡A disfrutar!

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