Escapada con niños a Málaga

Esta Semana Santa además de ir a Granada, también estuvimos en Málaga. Aquí os dejo unos consejitos por si decidís visitar esta bonita ciudad.

Una de las partes que se ha renovado recientemente en la capital malagueña es su puerto. El Muelle 1 es un centro comercial al aire libre, donde además de tiendas, puedes encontrar terrazas, restaurantes,… Muy agradable para disfrutar del buen tiempo y con unas vistas estupendas al mar. En la parte de arriba tiene atracciones para los niños: camas elásticas, un pequeño estanque con barcas, jumping, etc.  Y abajo se pueden alquilar bicis o karts para dar un paseo.

Desde ahi justo sale también un trenecito que da un paseo hasta la zona de embarque de los cruceros, pasa por la playa de la Malagueta, justo al lado de la Farola. Era barato y fue un rato divertido para los niños.

El paseo del Muelle 2, junto enfrente de Paseo del Parque, es muy bonito también y tiene pequeños parques y distracciones para los niños (y terrazas para los padres).

Al final del puerto está el faro más conocido como la Farola, que por la noche estaba iluminada y estaba preciosa.

Como un puerto grande, se pueden encontrar distracciones tan interesantes como buques de guerra o grandes transatlanticos de cruceros.

En el Paseo del Muelle 2 se encuentra  Museo Aula del Mar, Alborania, dedicado al Mar de Alborán, un pequeño museo pero bastante interactivo. Los niños pueden cacharrear con algunas cosas, como conducir un barco, generar un remolino de agua. Dan de comer a los peces, y hay algunas cosas curiosas como un calamar de 2 metros.

Una atracción temporal es la Noria Gigante que está situada a la entrada del puerto. Tiene 70 metros de alto y unas cabinas muy cómodas, que daban mucha sensación de seguridad. Fue curioso que nos subimos justo en la celebración de la Hora del Planeta y los principales monumentos estaban apagados por lo que la vista no fue muy espectacular 😉 Tienen tarifas para familias.

El centro de la vida social de Málaga es la calle Larios, muy comercial, pero la callecitas que dan a esa calle son muy bonitas, con restaurantes y bares muy agradables, donde puedes encontrar el típico pescaito o molletes de Antequera, entre otros. Cerca está la Catedral de la Encarnación, de estilo renancentista principalmente, a la que la falta una torre, la sur, y que está construido sobre una antigua mezquita, guardando un huerto de naranjos anexo, para reminiscencia de su pasado musulmán. La portada da a la plaza del Obispo, muy agradable para tomar algo o comer, donde los niños pueden jugar y corretear.

Una de las atracciones estrella de esta deliciosa ciudad es el museo dedicado a su nativo más ilustre, el Museo Picasso Málaga (uno de los dos dedicados al artista junto con la Fundación Picasso Museo Casa Natal).

Para ir con niños es una visita muy interesante si se monta bien. Lo importante es explicarle a los niños qué van a ver, quién era Picasso e involucrarles en la visita. El Museo proporciona unos cuadernillos que se agradecen un montón (ver la parte «Vienes con niños?»). Los cuadernillos hacen a los niños estar pendientes por ir rellenando las preguntas y mostrar más interés, y además a los padres nos ayudan a saber cómo enfrentarse a las pinturas y explicárselas a los niños: ¿qué ves en este cuadro? ¿los colores son alegres o tristes? ¿cómo crees que se sentía el artista cuando pintó este cuadro? ¿a tí cómo te hace sentir?, etc .

El museo  está en el Palacio de Buenavista, del siglo XVI, con una mezcla de estilos renancentistas y mudéjares. Y en el sotano se accede al subsuelo donde hay restos arqueológicos de la antigua Malaka, fundada por los fenicios en el siglo VIII a.C. Se pueden ver restos de casas, de una muralla, y algunas ánforas muy bien conservadas. A este sitio llegamos porque nos lo comentó el vigilante de seguridad, porque no está muy bien señalizado ni informado.

El museo cuenta con una cafetería pequeña pero agradable, que daba a un bonito patio, pero como estaba lloviendo no pudimos disfrutarlo, aunque puede ser un estupendo broche final para esta intersante visita. La tienda también nos pareció muy interesante, con una amplia selección de libros sobre Picasso y cositas para los niños.

Os sugiero ir temprano por la mañana porque cuando nosotros casi no esperamos cola pero al salir había una tremenda. Nosotros fuimos justo después de desayunar en Tejeringos, unos churros con forma redondeada (frente a los madrileños con forma de lágrima). ¡Un gran comienzo del día!

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Otras atracciones para niños en Málaga son el Aeromuseo, muy interesante por lo que me han contado, y el Museo Interactivo de la Música, dónde, como su nombre indica, se puede cacharrear con los instrumentos. Si el tiempo hubiera acompañado podríamos haber visitado el Parque del Cine, en el nuevo barrio de Teatinos, o los Jardines de Pedro Luis Alonso, al lado del ayuntamiento. Y si no hubieramos ido en el mismo viaje a Granada, podríamos haber visitado la Alcazaba y  el Castillo del Gibralfaro. ¡Pero no nos dió tiempo a más!

En cambio, nos dirigimos a la bonita Nerja, a conocer la espectacular Cueva de Nerja. Antes, para desayunar nos acercamos al famoso Balcón de Europa, un alucinante mirador desde el que se tiene una magnífica vista de toda la costa de Nerja. El día, como veis en las fotos, si acompañaba y se estaba genial. En la plaza anexa, al lado de la iglesia, había varias terrazas donde pudimos disfrutar de desayunos tan variados como pan con tomate, crepes con chocolate o huevos revueltos.

Para la cueva, es importante reservar con antelación (se comprar las entradas por la web) ya que está muy concurrida y las visitas son guiadas en horarios cerrados. La Cueva fue descubierta por unos chavales en 1959 y solo un año después fue abierta al público tras ser acondicionada. Declarada Monumento Histórico Artístico en 1961 y Bien de Interés Cultural en 1985, es uno de los monumentos más visitados del país.

La visita se hace con una audioguía, aunque primero muestran un audiovisual sobre el descubrimiento y un poco de historia, y dura aproximamente 1 hora, por la que se van pasando por las diversas salas, cada cual más espectacular. Se ven estalactitas, estalagmitas, columnas, restos de cataclismos, incluso alguna pintura rupestre.  La web pone que no es apto para niños pequeños pero mi sobrina de solo año y medio disfrutó muchísimo, estaba como loca, aunque, eso sí, había que llevarla en brazos, y para los niños más mayores la web ofrece materiales didacticos.

Hay una pequeña tienda de souvernirs, un bar y un restaurante con unas vistas espectaculares hacia la costa.

En definitiva, una pequeña visita a una ciudad que aún tiene mucho que ofrecer y a la que volveremos seguro. ¡Espero que os guste!