- ¡Chicos, nos vamos a una mina!
- ¡Viva, viva!
- ….
- Ya hemos llegado
- Pero si esto es la ciudad, las minas están en el campo…
Así de patidifusos se quedaron mis hijos cuando llegamos a la ETSI de Minas y Energía para visitar la mina subterránea que se esconde en la calle Ríos Rosas 21, en el mismo centro de Madrid.
La mina se creó en 1967 y lleva el nombre de Marcelo Jorissen, director de la Escuela en esa época, para dotar a los alumnos de un lugar de prácticas, ya que Madrid no cuenta con minas y los transportes no eran demasiado eficientes por aquellos años. Actualmente, la mina pertenece al Museo Histórico Minero, parte de la propia Escuela.

La entrada a la mina está por detrás del edificio, en un pequeño patio, y bajando unos cuantos escalones estrechitos y con bastante inclinación, llegamos a una “verdadera” mina, con sus vías, su vagoneta, sus sistemas de iluminación y ventilación, hasta representan varios tipos de sostenimiento, tanto de madera como metálicos, para demostrar la evolución en este tipo de técnicas.

Las visitas son guiadas y las realizan alumnos voluntarios de la Escuela, que se nota que les gusta mucho el tema y lo explican todo con bastante dedicación, incluso yendo más allá de la propia mina y comentado cosas de actualidad, como los sistemas de ventilación y climatización que se están usando actualmente en minas que quieren llegar a los 5.000 metros de profundidad en Sudáfrica (alucinada me quedé, la verdad). No dura mucho la visita por lo que es accesible para niños, que no suelen tener una capacidad de prestar atención de larga duración.

Solo se pueden realizar las visitas los primeros domingos de cada mes, en horario de 10 a 14 horas. No se pueden hacer reservas, solo hay que acudir y solicitar la entrada (coste de 1 €) en el mostrador de la entrada. Si no podemos acceder a la mina justo en ese momento, no hay problema porque estaréis entretenidos en el propio Museo, que contiene una colección muy amplia de minerales, gemas, fósiles y hasta cráneos de oso.

Además, los primeros domingos de cada mes también hay un mercadillo de minerales (LINK http://www.mercadillominerales.com/) que encantó a los niños. Por módicos precios pueden adquirir minerales y gemas pequeñas (tampoco es cuestión de llenar la casa de “pedruscos”) y, además de divertirse eligiendo sus preferidos, aprenden un montón. También se organizan otras actividades para niños como bateo de oro, que debe ser muy divertido y didáctico.

El edificio en sí, de 1896, es una maravilla. Con fachada de ladrillo visto, como muchos otros edificios antiguos de Madrid, y azulejos cerámicos a modo de mosaico. Pero sobre todo lo que más me gustó fue su patio interior, con cubierta de hierro y vidrio, y dos plantas de columnas, que dan un ambiente como de estar en otra época. De hecho, la segunda planta del patio alberga la biblioteca de la Escuela y no pude evitar imaginarme estudiando allí, debe ser bastante más agradable que en una biblioteca fría y desangelada. ¡O quizás sea más difícil concentrarse ahí!

Resumen:
- Visita a la mina del Museo Histórico Minero
- ETSI Minas y Energia. C/ Ríos Rosas, 21. Madrid
- Primer domingo de cada mes. De 10 a 14 horas.
- No hay reserva, se debe acudir el mismo día
- Coste: 1 €
- Actividades paralelas: visita al Museo Histórico Minero, al Mercadillo de Minerales y al propio edificio.
Genial tu propuesta, hemos ido varias veces al mercadillo de minerales y al museo, pero a la mina aún no hemos bajado y tiene buena pinta, así que me lo apunto